Doce angulos

La fotografía tomada el 14 de diciembre del 2011, es una muestra de la arquitectura inca. Como sabemos, su estilo es una marca inconfundible, cuyo auge llega a su esplendor durante el gobierno del Inca Pachacutec, hasta la llegada de los españoles en 1533.

Las construcciones arquitectónicas se caracterizan por su solidez, utilizaron las piedras uniéndolas mediante técnicas muy avanzadas logrando una amalgama perfecta entre ellas al punto de ser imposible incrustar la punta de un alfiler en las líneas que las une. Dichas piedras eran perfectamente pulidas y en algunos casos talladas con representaciones artísticas. Otra característica de la arquitectura incaica era la sencillez y la simetría. Así como también la forma, como ya lo dijimos, tenían una inclinación en forma de trapecio que guardaban perfecta relación con las puertas y ventanas, diseño que ha permitido su sostenimiento y resistencia a los sismos que se han producido en ésta zona. Son construcciones definidas por su monumentalidad, al ser edificadas con piedras muy grandes, hallamos en muchos lugares del Cusco grandes monumentos arquitectónicos correspondientes a la época incaica.

La piedra de los doce ángulos se encuentra en la calle Hatum Rumiyoc en lo que fuera el palacio del Inca Roca, actualmente es el Palacio Arzobispal, es importante destacar, que la mayoría de construcciones reales del Imperio Incaico, así como de los templos del Sol fueron destruidos parcialmente para construirse sobre ellos conventos o iglesias, con el fin de erradicar la religión de los incas e imponer el catolicismo. Esta piedra es considerada como una de las muestras más representativas de aquella arquitectura sobresaliente.