Te asomas y te instalas plena más que la Luna, noche en el Cuzco, Plaza de Armas; no hay duda que la felicidad es una cuestión personal, pero ante un espectáculo asi, en el centro del mundo, influidos por los Apus y el sueño plácido de nuestro Dios Wiracocha, dejamos que la lluvia nos envuelva.
Amiga!
ResponderEliminarQue belleza!
Con un espectáculo así, nos dejamos envolver y como dices, hasta nos olvidamos de otras cosas.
Isa, te felicito, por el texto y además por todo ese trabajo que estás haciendo, mostrando al mundo y compartiendo con todos nosotros, las imágenes de esas piezas de arte bellísimas, tesoro de la cultura peruana.
Un abrazo